Evangelio del día – Semana del 10/09/2018 al 15/09/2018 (Vigésimo tercera Semana del Tiempo Ordinario)

dominicos

Evangelio del día y comentarios a la Palabra diaria

Vigésimo tercera Semana del Tiempo Ordinario – Año Par

Del 10

al 15 de septiembre de 2018

Introducción a la semana

La lectura continua sigue con la Carta de Pablo a los Corintios. Insiste el Apóstol en recordar diversas prescripciones morales. San Pablo se encuentra con autoridad para hacérselas saber y ordenar su cumplimiento. Más aún es una exigencia para él hacerlo. El sábado nos presenta la primera lectura el texto más antiguo de la institución de la Eucaristía.Los textos evangélicos de san Lucas tienen un excepcional relieve. En ellos aparece en primer lugar la elección de los apóstoles, tras una vigilia de oración de Jesús. Luego las bienaventuranzas. Expuestas con un estilo directo y contundente. En la versión de Lucas se manifiesta con más fuerza la dimensión social de ellas. A las bienaventuranzas seguirán prescripciones como la del amor a todos, incluidos los enemigos. Es necesario conocer con claridad esas enseñanzas para no ser ciegos que conducen a ciegos. Conocerlas y llevarlas a práctica para construir sobre roca. Textos claros, terminantes y de máximo relieve los de las lecturas del Evangelio de esta semana.

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 Lunes   10 de Septiembre de 2018  

“¿Qué está permitido hacer en sábado, el bien o el mal? ¿Salvar una vida o destruirla”

Hoy celebramos: Beato Alfonso Navarrete y compañeros mártires de Japón (10 de Septiembre)

Primera Lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 5,1-8:

Se sabe de buena tinta que hay un caso de unión ilegítima en vuestra comunidad, y tan grave que ni los gentiles la toleran: me refiero a ése que vive con la mujer de su padre. ¿Y todavía tenéis humos? Estaría mejor ponerse de luto y pidiendo que el que ha hecho eso desaparezca de vuestro grupo. Lo que es yo, ausente en el cuerpo, pero presente en espíritu, ya he tomado una decisión como si estuviera presente: reunidos vosotros en nombre de nuestro Señor Jesús, y yo presente en espíritu, con el poder de nuestro Señor Jesús, entregar al que ha hecho eso en manos del diablo; humanamente quedará destrozado, pero así la persona se salvará en el día del Señor. Ese orgullo vuestro no tiene razón de ser. ¿No sabéis que un poco de levadura fermenta toda la masa? Barred la levadura vieja para ser una masa nueva, ya que sois panes ázimos. Porque ha sido inmolada nuestra víctima pascual: Cristo. Así, pues, celebramos la Pascua, no con levadura vieja (levadura de corrupción y de maldad), sino con los panes ázimos de la sinceridad y la verdad.

Salmo

Sal 5: R/. Señor, guíame con tu justicia

Tú no eres un Dios que ame la maldad,ni el malvado es tu huesped,ni el arrogante se mantiene en tu presencia. R/.Detestas a los malhechores,destruyes a los mentirosos;al hombre sanguinario y traicionerolo aborrece el Señor. R/.Que se alegren los que se acogen a ti,con júbilo eterno;protégelos, para que se llenen de gozolos que aman tu nombre. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Lucas 6,6-11

Un sábado, entró Jesús en la sinagoga a enseñar. Había allí un hombre que tenla parálisis en el brazo derecho. Los escribas y los fariseos estaban al acecho para ver si curaba en sábado, y encontrar de qué acusarlo. Pero él, sabiendo lo que pensaban, dijo al hombre del brazo paralítico: «Levántate y ponte ahí en medio.» Él se levantó y se quedó en pie. Jesús les dijo: «Os voy a hacer una pregunta: ¿Qué está permitido en sábado, hacer el bien o el mal, salvar a uno o dejarlo morir?» Y, echando en torno una mirada a todos, le dijo al hombre: «Extiende el brazo.» Él lo hizo, y su brazo quedó restablecido. Ellos se pusieron furiosos y discutían qué había que hacer con Jesús.

Reflexión del Evangelio del día

No todo vale

Nos recibe este lunes un incómodo texto de la carta de Pablo a los corintios.    Corinto es una ciudad cosmopolita, con dos puertos, una población numerosa, en la que la heterogeneidad de culturas, religiones y cultos, la vida licenciosa y la prosperidad económica iban de la mano.  En este contexto prende el mensaje del Evangelio rápidamente entre esclavos y gentes de baja condición social y económica, pues era verdaderamente “Buena noticia” que transmitía esperanza y devolvía la dignidad debida a toda persona. La comunidad crece y se consolida, a la vez que surgen conductas y situaciones corruptas. La carta de Pablo tiene como motivo principal llamar la atención a esta comunidad de Corinto sobre abusos, divisiones internas y comportamientos escandalosos de sus miembros, además de responder a cuestiones planteadas por estos cristianos.

Pablo denuncia en el texto de hoy una situación escandalosa de incesto de uno de los miembros de la comunidad.  Y hace un llamamiento para vivir desde la sinceridad y la verdad, como nueva levadura que fermente una nueva sociedad, más sana y digna.  No todo vale en lo que pensamos, expresamos o hacemos.  El seguimiento de Jesucristo exige de nosotros honestidad e integridad moral, a todos los niveles.  Lo que está en juego no es la libertad sin medida alguna, sino la responsabilidad social de construir el Reino. Ello no implica huir de la pluralidad y lo diverso, incluso de lo depravado o malvado, sino cuidar especialmente que nuestras comunidades cristianas sean semillas de algo nuevo, de esos valores que permiten verdaderamente que se haga realidad esa “casa común” que acoge, dignifica y cuida de todos.

Hacer el bien es inexcusable

El texto evangélico apuntala esta llamada a ser fermento de bien con la curación de un hombre en sábado, en la sinagoga. “Voy a haceros una pregunta: ¿está permitido en sábado hacer el bien o hacer el mal?”.  Y hace una pregunta aún más radical: “¿salvar una vida o dejarla perder?”.  La confrontación con los fariseos y maestros de la ley está servida. Dejemos que Jesús también nos mire, nos confronte en las motivaciones e intereses que rigen las decisiones y actuar de cada día.  Dejemos resonar estas preguntas dentro de cada uno y que surja con sinceridad nuestra respuesta, quizás demasiado tibia y dudosa.

Jesús descoloca a sus “observadores” cuando focaliza la atención en lo que verdaderamente ha de ser el centro: el ser humano, aquel hombre con su mano derecha atrofiada, todas y cada una de las personas que viven cualquier situación de limitación, pobreza o exclusión. El criterio de lo bueno o lo malo está en el bien o el mal que provoca, si posibilita la vida o la destruye.

Muchas veces se disfraza de bueno lo que justifica el egoísmo, la injusticia, la desigualdad, el prejuicio, la marginación y tantos males que atentan contra la vida. Incluso se construye todo un entramado de leyes, costumbres y prácticas sobre eso supuestamente bueno. Jesús pone en peligro ese entramado con una simplicidad radical, y cura al hombre.  Su misión es salvar, hacer el bien, posibilitar la vida.

Hoy hacemos memoria de un grupo de misioneros dominicos en Japón, aquellos primeros evangelizadores que fueron duramente perseguidos y martirizados. Hoy, el Evangelio nos pone en camino, nos reta a hacer el bien, sin reparar en las dificultades o peligros que nos pueda acarrear. La pelota está en nuestro tejado, la respuesta a Jesús, el que sana y salva, está en cada uno.

Hna. Águeda Mariño Rico O.P.
Congregación de Santo Domingo
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 Martes   11 de Septiembre de 2018  

“Venían a oírlo y a que los curara de sus enfermedades”

Primera Lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 6, 1-11

Hermanos:Cuando uno de vosotros está en pleito con otro, ¿cómo tiene el descaro de llevarlo a un tribunalpagano y no ante los santos?¿Habéis olvidado que los santos juzgarán el universo?Pues si vosotros vais a juzgar al mundo, ¿no estaréis a la altura de juzgar minucias?Recordad que juzgaremos a ángeles: cuánto más asuntos de la vida ordinaria.De manera que para juzgar los asuntos ordinarios dais jurisdicción a ésos que en la Iglesia nopintan nada.¿No os da vergüenza?¿Es que no hay entre vosotros ningún entendido que sea capaz de arbitrar entre dos hermanos?No señor, un hermano tiene que estar en pleito con otro, y además entre no creyentes.Desde cualquier punto de vista ya es un fallo que haya pleitos entre vosotros.¿No estaría mejor sufrir la injusticia?¿No estaría mejor dejarse robar?En cambio, sois vosotros los injustos y los ladrones, y eso con hermanos vuestros.Sabéis muy bien que la gente injusta no heredará el reino de Dios.No os llaméis a engaño: los inmorales, idólatras, adúlteros, afeminados, invertidos, ladrones, codiciosos,borrachos, difamadores o estafadores no heredarán el reino de Dios.Así erais algunos antes.Pero os lavaron, os consagraron, os perdonaron en el nombre de nuestro Señor Jesucristo y porEspíritu de nuestro Dios.

Salmo

Sal 149, R. El Señor ama a su pueblo.

Cantad al Señor un cántico nuevo,resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;que se alegre Israel por su Creador,los hijos de Sión por su Rey. R.Alabad su nombre con danzas,cantadle con tambores y cítaras;porque el Señor ama a su puebloy adorna con la victoria a los humildes. R.Que los fieles festejen su gloriay canten jubilosos en filas:con vítores a Dios en la boca;es un honor para todos sus fieles. R.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Lucas 6, 12-19

En aquel tiempo, subió Jesús a la montaña a orar, y pasó la noche orando a Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, escogió a doce de ellos y los nombró apóstoles: Simón, al que puso de nombre Pedro, y Andrés, su hermano, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago Alfeo, Simón, apodado el Celotes, Judas el de Santiago y Judas Iscariote, que fue el traidor.Bajó del monte con ellos y se paró en un llano, con un grupo grande de discípulos y de pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón. Venían a oírlo y a que los curara de sus enfermedades; los atormentados por espíritus inmundos quedaban curados, y la gente trataba de tocarlo, porque salta de él una fuerza que los curaba a todos.

Reflexión del Evangelio del día

Os lavaron, os consagraron, os perdonaron en el nombre de Nuestro Señor Jesucristo

Hay un dicho de nuestros mayores que dice que la ropa sucia se lava en casa, de puertas para adentro. San Pablo recrimina a la comunidad de Corinto el por qué acuden a tribunales paganos para resolver los pleitos. Se pregunta por qué hay pleitos entre los hermanos, y si no es mejor acudir a un arbitraje entre personalidades de la comunidad eclesial.

Todos tenemos algo de ropa sucia que lavar en nuestra vida, pero hemos sido lavados, consagrados y perdonados en el nombre de Jesucristo. No podemos seguir viviendo como si nuestro pasado nos atormentara continuamente. El perdón de Cristo, la reconciliación ofrecida en la cruz ha de darnos una nueva conciencia y comprensión de nosotros mismos.

Y hemos de preguntarnos si la salvación ofrecida por Cristo en la Cruz sigue teniendo sentido para nuestra vivencia de la fe hoy. Hay mucha gente que no se perdona a sí misma, y en no pocos confesionarios hay sacerdotes que fustigan conciencias olvidando este acontecimiento salvífico.

Y es algo para pensar con detenimiento. Porque no necesitamos crear conciencias enfermas por el pasado, sino que necesitamos engendrar para la fe personas reconciliadas y sanas que vivan alegres su seguimiento a Cristo.

Venían a oírlo y a que los curara de sus enfermedades

Jesús funda una comunidad de discípulos para que fueran testigos de su palabra y de su obra. Ellos eran testigos de cómo la gente escuchaba a Jesús, y venían de todas partes para que los curara de sus enfermedades. Muchas de ellas suponían un estigma social que los dejaba marginados de la sociedad.

Jesús al curarlos les retribuía su dignidad, dándoles una identidad y una pertenencia a un pueblo, al pueblo de Dios. Muchos quedaban con su presencia curados y aquellos que estaban atormentados por el espíritu se sentían liberados.

Y es que la Palabra de Dios, cuando la predicamos y la contemplamos, no ha de perder su visión y acción liberadora. Para eso se proclama hoy, como la proclamó Jesús en sus días.

Algunos pensarán que no podemos perder de vista la conciencia de pecado, como se ha perdido en la sociedad actual occidental, pero tampoco debemos de perder de nuestro horizonte la visión de la reconciliación y liberación que propone Jesús. Es una buena noticia liberar de los tormentos del pasado a la gente, sanando y curando a través de una palabra que salva por encima de todo. Dios por encima de todo, en Jesús, nos muestra su salvación.

Fr. Alexis González de León O.P.
Convento de San Pablo y San Gregorio (Valladolid)
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 Miércoles   12 de Septiembre de 2018  

“Bienaventurados”

Primera Lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 7,25-31:

Respecto al celibato no tengo órdenes del Señor, sino que doy mí parecer como hombre de fiar que soy, por la misericordia del Señor. Estimo que es un bien, por la necesidad actual: quiero decir que es un bien vivir así. ¿Estás unido a una mujer? No busques la separación. ¿Estás libre? No busques mujer; aunque, si te casas, no haces mal; y, si una soltera se casa, tampoco hace mal. Pero estos tales sufrirán la tribulación de la carne. Yo respeto vuestras razones. Digo esto, hermanos: que el momento es apremiante. Queda como solución que los que tienen mujer vivan como si no la tuvieran; los que lloran, como si no lloraran; los que están alegres, como si no lo estuvieran; los que compran, como si no poseyeran; los que negocian en el mundo, como si no disfrutaran de él: porque la representación de este mundo se termina.

Salmo

Sal 44,11-12.14-15.16-17 R/. Escucha, hija, mira: inclina el oído

Escucha, hija, mira: inclina el oído,olvida tu pueblo y la casa paterna;prendado está el rey de tu belleza:póstrate ante él, que él es tu Señor. R/.

Ya entra la princesa, bellísima,vestida de perlas y brocado;la llevan ante el rey, con séquito de vírgenes,la siguen sus compañeras. R/.

Las traen entre alegría y algazara,van entrando en el palacio real.«A cambio de tus padres, tendrás hijos,que nombrarás príncipes por toda la tierra.» R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Lucas 6,20-26

En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos hacia sus discípulos, les dijo: «Dichosos los pobres, porque vuestro es el reino de Dios. Dichosos los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis saciados. Dichosos los que ahora lloráis, porque reiréis. Dichosos vosotros, cuando os odien los hombres, y os excluyan, y os insulten, y proscriban vuestro nombre como infame, por causa del Hijo del hombre. Alegraos ese día y saltad de gozo, porque vuestra recompensa será grande en el cielo. Eso es lo que hacían vuestros padres con los profetas. Pero, ¡ay de vosotros, los ricos!, porque ya tenéis vuestro consuelo. ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis saciados!, porque tendréis hambre. ¡Ay de los que ahora reís!, porque haréis duelo y lloraréis. ¡Ay si todo el mundo habla bien de vosotros! Eso es lo que hacían vuestros padres con los falsos profetas.»

Reflexión del Evangelio del día

Todas las formas de vida nos llevan a la santidad

Nos habla de diferentes formas de vida: solteros, casados, célibes… todas las formas de vida son válidas, todas nos llevan a la santidad. Cada uno tiene una vocación, es decir, está llamado a vivir la fe de una forma concreta, pero la meta de todos es la misma, la santificación.

El papa Francisco nos invita en su exhortación Gaudete et exsultate a ser santos, y nos va dando las pautas, nos va enseñando cómo es ese camino de santidad, y en ella no excluye a nadie. Pero lo más importante es que toda la exhortación es una invitación a revisar nuestra vida.

Igual pasa con esta lectura ya que ella nos invita a plantearnos cómo debemos vivir, pues nuestra condición no tiene que ser impedimento, sino todo lo contrario, ser instrumento.

Bienaventurado

Aquí tenemos el programa de vida y de felicidad, las bienaventuranzas: ser pobre, llorar, tener hambre y sufrir el desprecio por la fe.

A nadie nos gusta ser rechazado por el mundo, ni llorar, ni ser rechazado, ni ser pobre, ni tener hambre. Pero parece ser que este es el camino que nos lleva a la verdadera felicidad.

El papa Francisco, con sencillez y profundidad, nos explica estas bienaventuranzas y nos invita a un cambio de actitud nuevamente en la Gaudete et exsultate en el capítulo tercero. Afirma que “es necesario hacer, cada uno a su modo, lo que dice Jesús en el sermón de las Bienaventuranzas”, ya que “en ellas se dibuja el rostro del Maestro, que estamos llamados a transparentar en lo cotidiano”.

La pobreza “nos convoca a compartir la vida de los más necesitados, la vida que llevaron los apóstoles, y, en definitiva, a configurarnos con Jesús que siendo «rico se hizo pobre»”.

Saber llorar con los demás, también es santidad, ya que “la persona que ve las cosas como son realmente se deja traspasar por el dolor y llora en su corazón, es capaz de tocar las profundidades de la vida y ser auténticamente feliz”.

En la sociedad actual, ser cristiano puede llevar a ser rechazado, pero “no se puede esperar, para vivir el Evangelio, que todo nuestro alrededor sea favorable, muchas veces las ambiciones del poder y los intereses mundanos juegan en nuestra contra”.

En definitiva, “aceptar cada día el camino del Evangelio, aunque nos traiga problemas, esto es santidad”, esto es ser bienaventurado.

Dña. Rosa María García O.P. y D. José Llópez O.P.
Fraternidad Laical de Santo Domingo de Torrent, Valencia.
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 Jueves   13 de Septiembre de 2018  

“Amad a vuestros enemigos”

Hoy celebramos: San Juan Crisóstomo (13 de Septiembre)

Primera Lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 8, lb-7. 11-13

Hermanos:El conocimiento engríe, lo constructivo es el amor. Quien se figura haber terminado de conocer algo, aún no ha empezado a conocer como es debido. En cambio, al que ama a Dios, Dios lo reconoce. Vengamos a eso de comer de lo sacrificado. Sabemos que en el mundo real un ídolo no es nada, y que Dios no hay más que uno; pues, aunque hay los llamados dioses en el cielo y en la tierra -y son numerosos los dioses y numerosos los señores-, para nosotros no hay más que un Dios, el Padre, de quien procede el universo y a quien estamos destinados nosotros, y un solo Señor, Jesucristo, por quien existe el universo y por quien existimos nosotros. Sin embargo, no todos tienen ese conocimiento: algunos, acostumbrados a la idolatría hasta hace poco, comen pensando que la carne está consagrada al !dolo y, como su conciencia está insegura, se mancha. Así, tu conocimiento llevará al desastre al inseguro, a un hermano por quien Cristo murió. Al pecar de esa manera contra los hermanos, turbando su conciencia insegura, pecáis contra Cristo. Por eso, si por cuestión de alimento peligra un hermano mío, nunca volveré a comer carne, para no ponerlo en peligro.

Salmo

Sal 138 R. Guíame, Señor, por el camino eterno.

Señor, tú me sondeas y me conoces;me conoces cuando me siento o me levanto,de lejos penetras mis pensamientos;distingues mi camino y mi descanso,todas mis sendas te son familiares. R.Tú has creado mis entrañas,me has tejido en el seno materno.Te doy gracias,porque me has escogido portentosamente,porque son admirables tus obras. R.Señor, sondéame y conoce mi corazón,ponme a prueba y conoce mis sentimientos,mira si mi camino se desvía,guíame por el camino eterno. R.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Lucas 6, 27-38

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:-«A los que me escucháis os digo: Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen, orad por los que os injurian.Al que te pegue en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite la capa, déjale también la túnica. A quien te pide, dale; al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames. Tratad a los demás como queréis que ellos os traten. Pues, si amáis sólo a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores aman a los que los aman. Y si hacéis bien sólo a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores lo hacen. Y si prestáis sólo cuando esperáis cobrar, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a otros pecadores, con intención de cobrárselo. ¡No! Amad a vuestros enemigos, haced el bien y prestad sin esperar nada; tendréis un gran premio y seréis hijos del Altísimo, que es bueno con los malvados y desagradecidos. Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados;dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante. La medida que uséis, la usarán con vosotros.»

Reflexión del Evangelio del día

Aunque el ídolo no sea nadie… 

San Pablo ha oído bien a Jesús que lo primero y principal es el amor y lo ha explicitado en su canto al amor en esta misma carta a los Corintos en el capítulo 13. “Ya podría yo tener… si no tengo amor, nada soy”. Toda acción de un cristiano debe brotar del amor y llevar al amor. Todo, también la inteligencia, debe estar al servicio del amor. “A uno que ama es a quien Dios reconoce”.

En el pasaje de esta primera lectura aplica este criterio para resolver un caso que se daba en la primitiva iglesia, donde había conversos cristianos que venían de la idolatría y seguían pensando que comer carne sacrificada a los ídolos era pecado… aunque para una conciencia cristiana bien formada no es pecado porque los ídolos “son nada”. Por la debilidad de esos cristianos, apelando al amor, “si por cuestión de alimento peligra un hermano mío, nunca volveré a comer carne, para no ponerlo en peligro”. Lo dicho, el amor debe regir toda nuestra vida.    

Amad a vuestros enemigos

En el evangelio de hoy, vemos al mismo Jesús, como no podía ser de otro modo, aplicar  su principio del “amor lo primero y principal” a la relación que ha de mantener un seguidor suyo con los enemigos, y a otras situaciones extremas.

Un enemigo es el que busca nuestro mal y nos lo hace si puede. ¿Qué hacer ante un enemigo? También aquí debe prevalecer el amor. “Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen, orad por los que os injurian”. Al mal no se le vence con la misma moneda, haciendo el mal, pues tendríamos un mal multiplicado. La única manera de vencerlo es a base de amar. Poner amor donde haya mal, odio, injuria… Es la táctica que emplea Dios ante los que andan por el camino del mal, ante los pecadores. Es compasivo con todos ellos. A todos ofrece su amor, su  perdón. “Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo”.

Y si Jesús nos pide que en nosotros prevalezca siempre el amor, incluso en circunstancias tan adversas y difíciles como las que nos indica en el evangelio de hoy, es porque sabe que si en nuestro corazón acumulamos odio, rencor, venganza, desamor… no podemos ser felices, porque nuestro corazón está hecho para amar, lo mismo que el corazón de Dios, que no sabe más que amar.

San Juan Crisóstomo (349-407), obispo de Constantinopla. Gran predicador por lo que mereció el apelativo de Crisóstomo, es decir, “boca de oro”. He aquí un pasaje de una de sus vigorosas homilías: “Cristo está conmigo, ¿qué puedo temer? Que vengan a asaltarme las olas del mar y la ira de los poderosos; todo eso no pesa más que una telaraña… éste es mi alcázar, ésta es mi roca inamovible, éste es mi báculo seguro”.

Fray Manuel Santos Sánchez
Convento de Santo Domingo (Oviedo)
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 Viernes   14 de Septiembre de 2018  

“Dios envió su Hijo al mundo para que se salve por él”

Hoy celebramos: Exaltación de la Santa Cruz (14 de Septiembre)

Primera Lectura

Lectura del libro de los Números 21, 4b-9:

En aquellos días, el pueblo estaba extenuado del camino, y habló contra Dios y contra Moisés: -«¿Por qué nos has sacado de Egipto para morir en el desierto? No tenemos ni pan ni agua, y nos da náusea ese pan sin cuerpo.» El Señor envió contra el pueblo serpientes venenosas, que los mordían, y murieron muchos israelitas. Entonces el pueblo acudió a Moisés, diciendo: -«Hemos pecado hablando contra el Señor y contra ti; reza al Señor para que aparte de nosotros las serpientes.» Moisés rezó al Señor por el pueblo, y el Señor le respondió: -«Haz una serpiente venenosa y colócala en un estandarte: los mordidos de serpientes quedarán sanos al mirarla.» Moisés hizo una serpiente de bronce y la colocó en un estandarte. Cuando una serpiente mordía a uno, él miraba a la serpiente de bronce y quedaba curado.

Salmo

Salmo: Sal 77 R. No olvidéis las acciones del Señor

Escucha, pueblo mío, mi enseñanza,inclina el oído a las palabras de mi boca:que voy a abrir mi boca a las sentencias,para que broten los enigmas del pasado. R.Cuando los hacía morir, lo buscaban,y madrugaban para volverse hacia Dios;se acordaban de que Dios era su roca,el Dios Altísimo su redentor. R.Lo adulaban con sus bocas,pero sus lenguas mentían:su corazón no era sincero con él,ni eran fieles a su alianza. R.Él, en cambio, sentía lástima,perdonaba la culpa y no los destruía:una y otra vez reprimió su cólera,y no despertaba todo su furor. R.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Juan 3, 13-17

En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo:-«Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna. Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.»

Reflexión del Evangelio del día

¿Por qué nos has sacado de Egipto para morir en el desierto? 

En el ambiente cultual de Canaán se tributaba culto a las serpientes, bien como amuletos o como símbolos de fertilidad. Una serpiente de bronce elevada sobre un hasta brindará al evangelio de Juan la ocasión de la fuerza salvadora de Cristo alzado en la cruz. La queja que aquí se consigna es similar a tantas quejas como el pueblo formula a Moisés a lo lardo del difícil camino del desierto. Da lugar a un esquema teológico y explicativo que tiene el siguiente proceso: el pueblo desconfía de Moisés y de Yahvé, el castigo que sigue a tal acción –serpientes venenosas, en este caso-, el pueblo cae en la cuenta de su error y Moisés intercede en su favor, y, por último, la salvación que opera Yahvé –todos los que miraban la serpiente se curaban. En definitiva, Dios, una vez más, rescata a su pueblo, a pesar de que éste había despreciado el maná y no se sentía cómodo con la protección de Yahvé.

Cristo no hizo alarde de su categoría de Dios

Este texto, quizá un himno litúrgico, es un precioso llamado a la unidad de la comunidad. Cristo es el mejor referente para que ésta no sea nunca terreno ni de superioridad ni de egoísmo por todos y cada uno de sus integrantes; por eso Cristo Jesús es la clave necesaria para interpretar la solidez de la vida fraterna. Que nadie busque excusas, que en nuestro prototipo creyente no las encontraremos; Cristo Jesús, siendo superior, se rebajó hasta la condición de servidor total. Proceso de anonadamiento que vive Cristo, el cual se continúa con la exaltación gloriosa del que tiene un nombre sobre todo nombre. Por eso es el Señor, porque vaciándose por nosotros disponemos de la mejor oportunidad de plenitud salvadora. Clave del todo punto necesaria para que la comunidad no deje de ser cristiana: servicial y fraterna por definición.

Dios envió su Hijo al mundo para que se salve por él

El texto evangélico explica el sentido de la cruz y pone en boca de Jesús la alegoría que leemos en la primera lectura de hoy. Al igual que la serpiente de bronce en el desierto curaba a todos los que la miraban, así los que siguen y confían en Jesús de Nazaret colgado en la cruz serán salvados y curados de la profunda herida del mal. Y éste es el sentido de la cita de Zacarías referida al Siervo sufriente: Mirarán al que atravesaron. No nos importa tanto la cruz –al fin y a la postre instrumento de tortura es- cuanto el crucificado en ella; y éste es el mejor icono del amor de Dios que se ha vaciado por entero para librar a toda la humanidad. En Jesús crucificado contemplamos el rostro compasivo de nuestro Padre que, a nuestra cruel pequeñez y a nuestra obstinación pecadora, responde con más amor, con más vida, con salvación.

La cruz merece nuestro respeto y veneración; pero ¿advertimos siempre que hablamos de la cruz que en ella hubo un crucificado? ¿Acaso no persisten hoy calvarios que esperan ser identificados y salvados?

Fr. Jesús Duque O.P.
Convento de Santo Domingo de Scala-Coeli (Córdoba)
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 Sábado   15 de Septiembre de 2018  

“Junto a la cruz de Jesús estaba su madre”

Hoy celebramos: Nuestra Sra. la Virgen de los Dolores (15 de Septiembre)

Primera Lectura

Lectura de la carta a los Hebreos 5,7-9:

Cristo, en los días de su vida mortal, a gritos y con lágrimas, presentó oraciones y súplicas al que podía salvarlo de la muerte, cuando en su angustia fue escuchado. Él, a pesar de ser Hijo, aprendió, sufriendo, a obedecer. Y, llevado a la consumación, se ha convertido para todos los que le obedecen en autor de salvación eterna.

Salmo

Sal 30,2-3a.3b-4.5-6.15-16.20 R/. Sálvame, Señor, por tu misericordia

A ti, Señor, me acojo:no quede yo nunca defraudado;tú, que eres justo, ponme a salvo,inclina tu oído hacia mí. R/.

Ven aprisa a librarme,sé la roca de mi refugio,un baluarte donde me salve,tú que eres mi roca y mi baluarte;por tu nombre dirígeme y guíame. R/.

Sácame de la red que me han tendido,porque tú eres mi amparo.A tus manos encomiendo mi espíritu:tú, el Dios leal, me librarás. R/.

Pero yo confío en ti, Señor,te digo: «Tú eres mi Dios.»En tu mano están mis azares:líbrame de los enemigos que me persiguen. R/.

Qué bondad tan grande, Señor,reservas para tus fieles,y concedes a los que a ti se acogena la vista de todos. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Juan 19,25-27

En aquel tiempo, junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María, la de Cleofás, y María, la Magdalena.Jesús, al ver a su madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo.»Luego, dijo al discípulo: «Ahí tienes a tu madre.»Y desde aquella hora, el discípulo la recibió en su casa.

Reflexión del Evangelio del día

Sufrimiento, obediencia, salvación

El texto de la Carta a los Hebreos que hemos leído hoy en la Liturgia de la Palabra nos ayuda a profundizar en el sentido de la vida y muerte de Cristo: «a pesar de ser Hijo, aprendió, sufriendo, a obedecer. Y, llevado a la consumación, se ha convertido para todos los que obedecen en autor de salvación eterna.»

Sufrimiento, obediencia, salvación: tres palabras esenciales para comprender el carácter sacrificial de la muerte del Señor. Porque, Cristo es el Sumo Sacerdote, el mediador entre Dios y el pueblo, que ofrece a Dios el sacrificio perfecto de sí mismo, el homenaje filial de su obediencia.

Dios se hace hombre y así da origen a una nueva humanidad. Es así como se   enraíza el ser Dios en el ser hombre de modo irrevocable, y, desciende hasta los abismos más profundos del ser humano; se abaja hasta la cruz. Dios ha  vencido nuestra soberbia con la humildad y con la obediencia de la cruz.

Jesús tenía una alta conciencia de su misión y una fe profunda en que su sacrificio sería eficaz para nuestra salvación. Esta convicción es  lo que le hizo superar definitivamente el  miedo que, como Hombre verdadero, le provocaba la cercanía de la Cruz y de la Muerte

Es la novedad del sacerdocio de Cristo: que toda su existencia es sacerdotal y la realiza en la obediencia al Padre, en la entrega a una muerte de cruz, para liberarnos del pecado y de la muerte.

A través de la cruz de Cristo, Dios se ha acercado a los hombres de todos los tiempos. Y, ahora, todos doblamos la rodilla ante Jesucristo, seamos conscientes de ello o no lo seamos.

La Palabra de Dios, hoy nos habla de la obediencia de Cristo, que no es simple sujeción, ni un simple cumplimiento de mandatos, sino que nace de una íntima comunión con su Padre y, consiste en una mirada interior que sabe discernir aquello que «viene de lo alto» y «está por encima de todo».

Muchas personas necesitamos descubrir esta obediencia, que no es teórica sino vital, que es optar por una conducta concreta, basada en la obediencia al querer de Dios, viviendo  con ello, en profundidad, la “libertad de los Hijos de Dios.

Al pie de la cruz, y, unida a su hijo

El Concilio Vaticano II, en la Constitución Dogmática sobre la Iglesia, en el nº 58, habla así de María al pie de la cruz: «También la Santísima Virgen avanzó en la peregrinación de la fe y mantuvo fielmente la unión con su Hijo hasta la cruz. Allí, por designio divino, se mantuvo de pie, sufrió profundamente con su Hijo unigénito y se asoció con corazón maternal a su sacrificio, consintiendo con amor en la inmolación de la víctima que ella misma había engendrado.» Consentir en la inmolación de la víctima que ella había engendrado fue como inmolarse a sí misma.

Esta presencia de María al pie de la Cruz es la culminación de la «Hora» anunciada por Jesús en las “Bodas de Chaná”.

Ahora es cuando se hace realidad y se despliega, el sentido de la venida de Jesús al mundo: cuando se consuma la Hora fijada por el Padre. Se va a consumar la nueva y definitiva Alianza.

Ésta es la Hora de la máxima revelación del amor del Dios a los hombres, la expresión culminante del amor de Cristo a los suyos, la plena entrega de amor de Jesús al Padre y, el momento de la derrota del poder del príncipe de este mundo.

Y, en este momento cumbre está María. Su presencia no es casual, ni solamente un testimonio de su sentimiento maternal, sino que posee una profunda significación teológica. Está allí como la mujer, aquella de cuyo linaje saldría el Salvador del mundo. Por eso, Jesús agonizante, la llama con el nombre de “Mujer”.

María está junto a la cruz, herida profundamente en su corazón de madre, pero erguida y fuerte en su entrega. Es la primera y más perfecta seguidora del Señor porque, con más intensidad que nadie, toma sobre sí la cruz y la lleva con amor.

Que Nuestra Señora de los Dolores nos ayude a vivir, como Ella: con amor, fe y fortaleza “de pié, junto a la Cruz de su Hijo”.

… ¡Y, muchísimas felicidades para quienes hoy celebran su santo!

Monjas Dominicas Contemplativas
Monasterio de Santa Catalina de Siena (Paterna)
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Una respuesta a Evangelio del día – Semana del 10/09/2018 al 15/09/2018 (Vigésimo tercera Semana del Tiempo Ordinario)

  1. Bien dijo:

    Hoy nos enseña 3 cosas grandes en la vida como no quisiera q todos ricos y pobres aprendamos a tomarlos todo esto mas q todo los politicos gracias por toda esta enseñanza señor amen

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