Cuando Abrám tenía noventa y nueve años, el Señor se le apareció y le dijo: «Yo soy el Dios Todopoderoso. Camina en mi presencia y sé irreprochable.
Después, Dios dijo a Abraham: «Tú, por tu parte, serás fiel a mi alianza; tú, y también tus descendientes, a lo largo de las generaciones.»
Y esta es mi alianza con ustedes, a la que permanecerán fieles tú y tus descendientes; todos los varones deberán ser circuncidados.
También dijo Dios a Abraham: «A Sarai, tu esposa, no la llamarás más Sarai, sino que su nombre será Sara.
Yo la bendeciré y te daré un hijo nacido de ella, al que también bendeciré. De ella suscitaré naciones, y de ella nacerán reyes de pueblos».
Abraham cayó con el rostro en tierra, y se sonrió, pensando: «¿Se puede tener un hijo a los cien años? Y Sara, a los noventa, ¿podrá dar a luz?».
Entonces Abraham dijo a Dios: «Basta con que Ismael viva feliz bajo tu protección».
Pero Dios le respondió: «No, tu esposa Sara te dará un hijo, a quien pondrás el nombre de Isaac. Yo estableceré mi alianza con él y con su descendencia como una alianza eterna.
Sin embargo, también te escucharé en lo que respecta a Ismael: lo bendeciré, lo haré fecundo y le daré una descendencia muy numerosa; será padre de doce príncipes y haré de él una gran nación.
Pero mi alianza la estableceré con Isaac, el hijo que Sara te dará el año próximo, para esta misma época».
Y cuando terminó de hablar, Dios se alejó de Abraham.
from EVANGELIO DEL DÍA http://ift.tt/Lm9VM1
via IFTTT